El VII Festival de Folk Nas Portelas reunió a cerca de medio millar de personas en la céntrica plaza de la Horta do Cura de Lubián, donde actuaron los grupos «Brañas Folk» y «Ruxe Ruxe» en una velada de sábado noche, donde las nubes desaparecieron por encanto para dejar el firmamento libre a la música. Abrió la noche «Brañas Folk», liderado por un veterano Manuel Brañas, que se metió al público en el zurrón con guiños de un folclore afín que lleva entre pies y manos el público de la Alta Sanabria. Brañas desgranó algunas de las canciones de sus trabajos «Camiñante», «Alalá Do Cebrerio», aunque no consiguió que los pies del público se despegaran del suelo, sí consiguió el aplauso incondicional del público, desde niños a mayores. El patio y la platea se completaron a lo largo de la noche con las actuaciones organizadas por la asociación Xente Nova de Lubián, patrocinada por el Concello de Lubián y la empresa Ibereólica.
La formación del grupo, además de amplia, está integrada polo propio Manuel Brañas, fue nutrida en despliegue instrumental desde la gaita, la zanfona, hasta el violín de Leonardo Blanco, pasando por la maestría de Asier Álvarez con la batería e tamboril. Isidro García al acordeón, Eduardo Balvís (bajo), José Antonio Blanco (con la guitarra) y Olga Brañas al frente de los teclados, la pandereta y el pandero imprimieron carácter al camino celta sanabrés. Un guiño también desde el escenario para los niños de Lubián que aprovecharon para recaudar dinero para la ONG Save The Children. Además de los vecinos del municipio de Lubián, el VII Festival de Folk mueve a sanabreses y no pocos gallegos de la contorna a uno de los festivales consolidados en la comarca.
Dicen de ellos que tienen el mejor directo del rock-folk gallego, y el sábado Ruxe-Ruxe tuvo que demostrarlo ante el público generoso de la Sanabria. Los compostelanos desgranaron las composiciones más conocidas de su amplio repertorio musical desde «Hirviendo», «La tierra de los comentos», «No tenemos miedo» o su primer trabajo «Ruge Ruge». En poco más de una hora el grupo repasó más de una década dedicado a la fusión mágica de rock y folk, la gaita y la poesía social. (La Opinión de Zamora)
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