“UrbanBratsch” World Village / Harmonia Mundi, 2011
Para cualquier melómano que sea aficionado a las fanfarrias balcánicas tipo Taraf De Haïdouks o Fanfare Ciocarlia es seguro que la 
música de este quinteto le sonará bastante familiar. Y es que las enérgicas y también melancólicas canciones de este combo liderado por el guitarrista Dan Gharibian y el violinista Bruno Girard mantienen intactas las constantes vitales del folklore tzigane. Pero no solo toman del legado romaní pues su música recorre variados rincones del planeta contagiándose de ritmos y melodías ajenas al terruño balcánico. Así si en la tradicional Sirba din joc de constancia / Hora el jolgorio adquiere cotas vertiginosas y prende un cóctel molotov en los pies, en la serenata napolitana Scetate se desprende una saudade que parte en dos el corazón. La instrumental Fuego flamea como una chimenea en plena actividad y Ska fonce destila esas melodías zíngaras y endiabladas que incitan al frenesí y la danza. Hay más números tradicionales como es de esperar, el caso de On peut toujours rêver o Garoïbar. Incluso revisiones históricas como La fiancée du pirate del simpar Kurt Welling, el firmante de La Ópera de tres peniques. Además hay homenajes a barrios como la Cité des Peupliers en Vitry-sur-Seine en Clichés; ritmos procedentes de Bulgaria en Malakoff la nuit; tonadas con aroma blues, en el caso de Siya le, en la que se narra una historia de amor entre el sol y la luna cantada en dioula, lengua de Costa de Marfil; y hasta una danza serbia en Kantusko Horo. Entre el movimiento y la afección bascula este generoso y brillante trabajo de estos singulares músicos sobrados de talento y genialidad. www.bratsch.com I Miguel Ángel Sánchez Gárate (B-Ritmos)
música de este quinteto le sonará bastante familiar. Y es que las enérgicas y también melancólicas canciones de este combo liderado por el guitarrista Dan Gharibian y el violinista Bruno Girard mantienen intactas las constantes vitales del folklore tzigane. Pero no solo toman del legado romaní pues su música recorre variados rincones del planeta contagiándose de ritmos y melodías ajenas al terruño balcánico. Así si en la tradicional Sirba din joc de constancia / Hora el jolgorio adquiere cotas vertiginosas y prende un cóctel molotov en los pies, en la serenata napolitana Scetate se desprende una saudade que parte en dos el corazón. La instrumental Fuego flamea como una chimenea en plena actividad y Ska fonce destila esas melodías zíngaras y endiabladas que incitan al frenesí y la danza. Hay más números tradicionales como es de esperar, el caso de On peut toujours rêver o Garoïbar. Incluso revisiones históricas como La fiancée du pirate del simpar Kurt Welling, el firmante de La Ópera de tres peniques. Además hay homenajes a barrios como la Cité des Peupliers en Vitry-sur-Seine en Clichés; ritmos procedentes de Bulgaria en Malakoff la nuit; tonadas con aroma blues, en el caso de Siya le, en la que se narra una historia de amor entre el sol y la luna cantada en dioula, lengua de Costa de Marfil; y hasta una danza serbia en Kantusko Horo. Entre el movimiento y la afección bascula este generoso y brillante trabajo de estos singulares músicos sobrados de talento y genialidad. www.bratsch.com I Miguel Ángel Sánchez Gárate (B-Ritmos)
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